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Galen Rupp, junto a su entrenador Alberto Salazar, hace una década |
La historia de Galen Rupp no se puede contar de forma aislada. La vida de este chico del estado de Oregon, rubio como una panocha de maíz del noroeste de los Estados Unidos, sólo se comprende cuando se explica viculada a la de su entrenador, su mentor, su descubridor, Alberto Salazar, el hombre que lo ha cuidado y lo ha dirigido con esmero, sin prisas, sin exprimir su talento. Salazar era aquel cubano que dominó el maratón estadounidense en los años ochenta, un atleta fugaz, que se destruyó a sí mismo, un corredor de zancada inverosímil, antiestética. Corría como sentado.
La ansiedad que tuvo Salazar con su propia carrera atlética jamás la ha tenido con su pupilo, a quien descubrió con 14 años en Portland. Son esas lecciones que dan la vida y el atletismo. Nada de prisas y mucha atención a la zancada, a la biomecánica, precisamente lo que le destruyó a él mismo como fondista.
En nuestro deporte son pocos los talentos que se expresan desde muy jóvenes y perduran hasta alcanzar la élite mundial ya en edad adulta pero Galen Rupp es uno de ellos. En España me vienen a la memoria José Luis González, José Manuel Abascal, Natalia Rodríguez, Alejandro Gómez... corredores que a los 17 años, antes de militar en categoría junior, ya asombraban y que dieron a la perfección el salto a la categoría senior, cumpliendo con su potencial. Por el contrario, hay cientos de ejemplos de lo contrario, atletas que deslumbraron como cadetes, juveniles y quedaron en nada o en muy poco. No los citaré. Volvamos a América, al estado de Oregón, en la costa del Pacífico.
El caso es que estamos en el año 2000. El pequeño Galen (nacido el 8 de mayo de 1986) es un muchacho de 14 años que juega al fútbol, el nuestro, el que los americanos llaman 'soccer'. Salazar, exatleta, entrenador, directivo de la compañía Nike, siempre inquieto, infatigable, apasionado de las pistas, lo ve en una competición del colegio, el Central Catholic High School de Portland. Y algo se activa en su interior: habla con él y comienza a entrenarlo. A los dos años, el joven Galen ya triunfa. Vence en el Campeonato Escolar de cross del Estado de Oregon derrotando a muchachos un año mayores que él. Es su primera victoria.
(Continuará)
2 comentarios:
Ignacio, se te echaba de menos por tu blog. Una vez más aquí, me autocito (feo) y dejo mi crónica sobre el libro de Salazar: http://nocorriguesmassa.blogspot.com.es/2012/07/14-minutes.html
Interesante hornada de atletas americanos: Rupp, Jaeger, Symmonds, Ritz, Meb, Hall, Solinsky, Manzano y Centrowitz (oro y bronce en 2012, en un futuro no muy lejano? Ramzi revisited), el hermano menor de Lagat (ya norteamericano), las chicas...
Como aquí vaya...
Saludos:
Ferran, tambien Duane Solomon, ¿no?
Sin más: Joaquín.
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