Estuve ayer en Tarragona. Pude comprobar la gran ilusión que ha depositado toda la provincia en organizar los Juegos Mediterráneos de 2017. No lo sabrán hasta el 14 de octubre, cuando se enfrenten a Alejandría, Trípoli y Rijeka.
Y tuve la oportunidad de estar con Natalia Rodríguez. Quise ir a verla a las pistas de Camp Clar, su estudio de trabajo, donde va moldeando día a día (lleva 20 años haciéndolo en el mismo escenario) su estado de forma, su musculatura, su capacidad aeróbica, su recuperación entre esfuerzos, su punta de velocidad, sus sueños. Hizo 10 series de 300 metros ayer: en 55" (con 40 seg. de recuperación). En pista pero sin clavos. No spikes yet, que dirían los ingleses.
Y charlamos un poco. Está muy satisfecha con su temporada de cross, aunque haya estado por debajo de la de Nuria Fernández. "Ella lo está haciendo muy bien, lleva ya unos años en cross con muy buenos resultados" me dice.
Hablamos también de los Mundiales de este año en Corea. "es mi gran objetivo, claro, y quiero reproducir todo lo que hice en 2009, entrenamientos, calendario de competiciones, todo igual". Le pregunto por qué no intentó el récord de España después de Berlín. No lo sabe bien. "Falló lo de Zurich, hubo una idea de montar aquí una carrera, pero no terminó de cuajar. No quería una chapuza". Su estado de forma era extraordinario en aquellos días. "Sí", responde. "Yo creo que valía 3:56".
Me fui de las pistas de Camp Clar con una sensación extraordinaria. Un escenario tranquilo, alejado, casi solitario, ideal para forjar sueños. Viento, una dorada luz de atardecer, una grandísima atleta, acaso uno de los más grandes talentos que ha alumbrado nuestro país. Natalia, una chica que ama los entrenamientos de calidad ("un mil y luego un 200, ésa es mi sesión favorita") que no disfrutaba de los kilometrajes largos "hasta que empecé a rodar con música, así sí me gusta". Es bailona, le gusta la música con tralla. Pero ayer tuve ante mi una chica tranquila, una madre joven, una atleta reservada, reflexiva. Una millera de raza, una artista del mediofondo.
jueves, 24 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
Ignacio,
Por curiosidad, ¿a cuánto hizo los 300m? ¿cuánto recuperaba entre ellos?
Si no es información confidencial, claro :-)
Saludos,
Carlos
Carlos, le pediré permiso a Natalia para contarlo. Siempre lo hago.
Estoy de acuerdo. En Berín, valía el 3:56-3:58. Estaba en una forma brutal. Por eso 'atropelló' a Burka.
Es obvio y sin ironías anónimas que en el 2009 era la más fuerte del mundo en 1500. Imagino que hablarías con su entrenador; un gran tipo José Miguel Escalona. Humilde y trabajador. Y profesor de secundaria, ahí es nada.
Y Natalia, la de medallas que llevaría, si hubiera tenido la fe en si misma que tiene ahora. Irá en las listas del PSC y la postulan como futura concejal de deportes. Espero que los políticos la respeten...
Por cierto, si vuelves, estás invitado a una cerveza artesanal local, Rosita. Lástima no haberlo sabido, me hubiera gustado saludarte en persona.
saludos!
Fue una pena lo de Berlin, pero mejor no volver sobre ello. Más coraje me dio que no pudiese ir a Zurich o no le montasen alguna carrera, opino que estaba para una gran marca. Gran crónica de esta gran mujer y atleta Ignacio. Saludos.
Ferran. Volveré a Tarragona. Seguro. Es un sitio que me encanta. Tiene algo especial. A ver si nos dan los Juegos!!
Salgo de casa y en 1' tengo el anfiteatro romano con el mar de fondo. Y el día que tiro largo paso por el acueducto. Y no me canso. Si vienes con tiempo y te apetece, que uno no quiere ser un brasas, ya sabes.
Por cierto, www.ekidentarragona.com organizado por RPM (BCN maratón).
Saludos!
Yo tuve la suerte de entrenar con el grupo de Miguel Escalona durante un par de años y sufría más de una vez en Camp Clar.
Natalia es sin duda una atleta extraodinaria llevada magníficamente por Miguel, sin duda uno de los mejores entrenadores de España!
Natalia ya me lo ha autorizado. Fueron 10x300 en 55" con 40 seg. de recuperación.
Publicar un comentario