Hay quien dice que los atletas somos adictos. Y la verdad es que en los últimos años la continua aparición de informaciones confirmando los efectos beneficiosos de la actividad física sobre la salud ha conseguido que un porcentaje cada vez mayor de ciudadanos aumente su práctica habitual de ejercicio. Sin embargo, a pesar de las ventajas que el ejercicio aporta a quien lo practica, algunos expertos creen que puede existir una actitud obsesiva ante el ejercicio físico, algo así como una 'dependencia'.
Un estudio publicado en el Journal of Sports Medicine and Physical Fitness investigó la existencia de adicción al ejercicio en un grupo de 188 corredores de fondo. La investigación se llevó a cabo mediante la realización de encuestas a los deportistas en los que se les cuestionaba acerca de las motivaciones que les impulsaban a la actividad física.
El análisis de los cuestionarios mostró que en los individuos en los que se podía diagnosticar algún grado de adicción al ejercicio se detectaron motivaciones muy diferentes a las esperadas. En lugar de estímulos externos o fuertes motivaciones internas los deportistas con mayor dependencia ante la práctica del ejercicio físico mostraron en su mayoría actitudes de introspección y de falta de sociabilidad que les empujaban a la actividad deportiva.
El doctor Hamer, responsable del diseño del estudio, ha desarrollado una escala de adicción a la práctica deportiva para identificar excesos o motivaciones inadecuadas ante el ejercicio físico. Además, el estudio reclamaba investigaciones adicionales que profundicen en las motivaciones reales de las personas a la hora de practicar actividades deportivas.
Quizá la 'adicción al ejercicio' sólo existe en una pequeña parte de los deportistas que acuden al gimnasio o practican el jogging de forma habitual. Lo que sí es cierto es que el ejercicio físico ha demostrado eficacia a la hora de mejorar la autoestima y la percepción que las personas tienen de su propio cuerpo. Además, existe evidencia científica de su utilidad con vistas al tratamiento de la depresión clínica y la ansiedad. Esta eficacia para mejorar los estados de ánimo puede ser una de las razones que expliquen la existencia de dependencia o adicción al ejercicio.
Treinta años de 'adicción'
Fue William Morgan, un psiquiatra de la Universidad de Wisconsin, el pionero en utilizar la palabra 'adicción' para explicar la dedicación diaria de muchos ciudadanos americanos a la práctica del jogging. Sus primeras publicaciones acerca de una supuesta dependencia física o adicción al ejercicio crearon una gran polémica en Estados Unidos a comienzos de los años ochenta. No se debe olvidar que, en aquellos años, los ciudadanos americanos asistían a una espectacular explosión del movimiento de carreras populares de maratón y correr se había convertido en una auténtica fiebre que se extendía por la sociedad.
Morgan opina que algunos corredores de maratón pueden ser clasificados como auténticos adictos al ejercicio porque cumplen muchas de las condiciones requeridas para esta denominación. En cierto modo, la supresión de esta actividad les genera un síndrome de abstinencia. Sí es cierto que en algunas personas el hecho de no salir a correr un día o faltar a su cita con el gimnasio puede llegar a crearles cuadros de irritabilidad, problemas de insomnio e incluso auténticos casos de depresión. Según el catedrático de Wisconsin, un adicto al ejercicio continúa entrenándose aunque esté lesionado y no escucha nunca los consejos de los especialistas en medicina deportiva en caso de que se le indique que disminuya su ritmo de actividad física. Ante esto sí hay que estar muy atentos. Lo dijo otro gran médico, el doctor George Sheehan, en su frase mítica: "Escucha siempre a tu cuerpo" . "Always, listen to your body!"
viernes, 27 de marzo de 2009
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4 comentarios:
Lo confiesooo......me considero un adicto a esto del correr, si no, que haria yo aqui leyendo entradas de gente que no conozco y que hablan continuamente de Atletismo??..jeje
Yo no soy adicto, pues estuve lesionado y paré sin mayor problema. Ahora bien, me identifico perfectamente con aquellos que se sienten mucho mejor cuando hacen ejercicio regularmente, pues las endorfinas se activan y el placer se libera. Cuando estoy más de tres días sin hacer algo de ejercicio, me siento incómodo y, en cierto modo, culpable, aunque no sepa muy bien de qué. A ver al final resulta que sí voy a ser adicto...
yo soy otro adicto. O un obseso. O ambos. En cualquier caso, creo que con los síntomas benignos del enganche. Tengo mono si no corro. Supongo que lo echo de menos. Pero no me irrito. Cuando corro pienso en correr y cuando dejo de hacerlo pienso en correr. Un verdadero enganchado. Y escribo en un blog, veo los de los amigos, me mando correos con otros corredores, leo libros sobre entrenamiento físico, como más hidratos que antes, bebo bebidas isotónicas, aminoácidos cuando hace unos años no sabía qué carajo eran. Y me acuesto pronto los sábados porque tiro largo el domingo. Y no, no echo de menos salir de copas hasta las tantas, no. Y me levanto a las 6:30 de la mañana para rodar entre semana.
Soy un corredor. Algunos dicen que les gusta el fútbol o el correr. Yo, aunque popular y nada del otro mundo, soy un corredor. Supongo que tengo todos los síntomas. Pero no creo que sea una adicción. Es sólo convertirse en corredor. Unos corren para estar en forma, para quitarse unos kilos, para que se le definan mejor los muslos, para bajar la tensión... yo no. Soy un corredor. Corro para sentirme mejor corriendo. Cuando corro disfruto. Me doy cuenta de que estoy potenciando mis cualidades naturales, mi cuerpo... y disfruto. Con mis hijos pequeños me doy cuenta que el ser humano disfruta al desarrollar sus potencialidades: les encanta ver que pueden leer, que saben sumar, que se acuerdan de las capitales... que desarrollan su mente. Y les ves que disfrutan saltando, corriendo y brincando porque desarrollan su físico. A mí con el correr a los 40 y tantos me pasa lo mismo. Disfruto. Llámalo adicción o enfermedad. Yo creo que es mi naturaleza
Según dicen, el límite de competiciones lógico de correr esta entre 15 y 20 carreras al año. Como referencia, no deberían correr más de 2 maratones al año, más de 7 medios maratones y el resto ya de 10 km o menos.
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